Tecnología y control

Las pesadillas de Orwell no están tan lejos

«Queridos pasajeros, aquellos que viajen sin billete, que se comporten desordenadamente o que fumen en lugares públicos serán castigados de acuerdo a las reglas y su comportamiento quedará registrado en el sistema de créditos e información individual. Para evitar cualquier registro negativo en su crédito personal siga las normas y cumpla las órdenes en el tren y la estación».

(El Mundo – 31 octubre de 2018)

Esta linea parece sacada de la obra de George Orwell, pero no, es un fragmento de lo que se puede escuchar en la estación de trenes de Shangai. La tecnología hasta ahora siempre había estado amparada por el espíritu liberal de las sociedades Occidentales. Hoy en día tenemos toda clase de herramientas que hacen nuestra vida más sencilla, traductores online, apps de compra, GPS e incluso apps que ayudan a los servicios de emergencia a localizarnos.

El mal uso de la tecnología no es un tema nuevo, series como Black Mirror, películas como Odisea en el espacio o libros como el del ya mencionado Orwell han tratado este tema especulando sobre el futuro. Ahora ya no hace falta especular, ya conocemos los peligros que acechan tras el exponencial crecimiento de la tecnología a nuestro al rededor. La perdida de privacidad, la venta de armas de forma ilegal, las armas de destrucción masiva e incluso la distribución de material pornográfico infantil son algunas de las cosas que preocupan a la sociedad moderna.

Pero todo esto son fallos dentro de un sistema con otros intereses, sin embargo ¿cuales son las consecuencias de un sistema que esté pensado para coartar la libertad? China ya ha implementado un sistema de estas características, este es un país con un gobierno muy fuerte pero el contacto con el exterior amenaza con minar esta seguridad y la respuesta del gobierno ha sido implantar un sistema de vigilancia y puntuación.

Dependiendo de lo afín y tranquilo que sea un ciudadano puede acceder a más o menos servicios, es más, puede perder incluso derechos para su familia. No es una idea nueva, la inquisición o los nazis ya controlaban y coartaban a la población, pero China ha llegado un nuevo nivel porque ya no necesita la colaboración de sus ciudadanos para ello.

La pregunta ahora es ¿puede China sentar un precedente? parece descabellado pero un sistema de esta índole puede implantarse en cualquier país desarrollado y ni siquiera hace falta que se haga público su funcionamiento. Bastaría una crisis económica severa o una guerra y ¡pum! un país libre puede convertirse rapidamente en una prisión.

Pero esta por suerte no parece la tendencia del momento, de hecho ha surgido una contrapartida la democracia digital. Este sistema, aunque despierta muchas dudas y temores, usa la tecnología para revivir un espacio de diálogo y voto en unas sociedades cada vez más grandes. Proudhon explicó como el crecimiento de los estados centrales los desestabiliza y calcifica dando paso a las iniciativas más pequeñas, él propuso el Federalimo, pero hoy en día se ven movimientos independentistas, quizá este espacio que crean las TIC sea una vía.

¿Qué uso harán las nuevas sociedades de las TIC?

 

2 comentarios sobre “Tecnología y control

  1. Todo tipo de debates sobre el uso de las redes, su futuro y comprender cómo van a llegar a afectar en un futuro lejano a nuestra sociedad son un completo gustazo, pero si se hace referencia a series como Black Mirror, entre otras, siempre se entiende mejor.

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  2. Sin duda, muchas veces ignoramos completamente las consecuencias negativas que puede traernos la tecnología. A través de todos estos ejemplos ha quedado ilustrado de una magnífica forma. ¡Qué buena lectura!

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