La tecnología y el deporte profesional se hermanan

Una vez nacemos al deporte profesional, allí donde todo parece plomo y dinero en cantidades ingentes, un lugar donde los dispositivos tecnológicos más avanzados puede parecer que no tienen lugar, justo en ese momento es cuando descubrimos la más cruda realidad: el deporte es tan dependiente de las nuevas tecnologías como cualquier otra rama de la sociedad.

Big data y ramas fundamentales

Dentro del escalón más gigantesco del deporte también beben más que nadie de las nuevas tecnologías. Todas aquellas aplicaciones de recopilación de datos que podemos emplear en nuestro día a día también se emplean en el deporte. Uno de los casos más increíbles es el del baloncesto NBA.

La influencia de la recopilación y análisis de datos mediante dispositivos tecnológicos ha llegado a límites insospechados, tal es esta necesidad que en casos se ha llegado a predisponer por encima del propio ojo humano, esto contaba el entrenador de Brooklyn Nets sobre el análisis y computación de datos:

Llegó un momento, cuando mi poder como asistente fue de tan crucial importancia, en el que terminé por preferir los informes sobre jugadores que tenían relación con la computación, análisis y proyección de datos sobre aquellos que habían elaborado nuestros ojeadores.

Kenny Atkinson

Y todo esto tiene un elemento común: la aplicación de las nuevas tecnologías a los cuerpos técnicos y de estudio que conforman la realidad de los clubes hoy en día. Unas nuevas tecnologías que han pasado de servir para contabilizar estadísticas simples y marcadores de partidos a ser un elemento piramidal en la creación de un equipo de primer nivel.

Esta realidad es inevitable: las nuevas tecnologías han despegado en absolutamente todas las parcelas, no solo en la selección y los fichajes. Hasta los propios estilos de juego se han visto sumergidos en esta transformación como es el caso de los Houston Rockets, que gracias a la aplicación más excesiva e ilimitada de los datos han llegado a explotar hasta el extremo la zona del triple por encima de la pintura y sus alrededores. Tienen en Daryl Morey, presidente de operaciones, el fundamento de la estadística llevado al extremo. Junto a él, Mike D’Antoni ha logrado formar una de las ofensivas más eficientes y correspondidas con la realidad: perimetralización y creación de espacios para la anotación sencilla.